Coches sin conductor: Google, Mercedes o Nissan, en la carrera por
el coche autónomo
Suena a ciencia ficción,
pero los coches capaces de conducir solos son ya una realidad y en unos años no
será raro verlos en nuestras carreteras. Compañías como Mercedes, Nissan o Google han
probado ya su tecnología en prototipos y esperan comercializarlos antes de
2020.
El mes de agosto de 2013 el
vehículo experimental S 500 Intelligent de Mercedes realizó una ruta de 100 Km.
entre Mannheim y Pforzheim, en Alemania. Según Mercedes "incluía 50 km por
carreteras comarcales, 53 km en tráfico urbano, 18 rotondas, cientos de
semáforos, cruces, pasos cebra y zonas de obras"; en todas estas situaciones
el vehículo se manejó de forma autónoma. Es decir, sin conductor.
La conducción autónoma, por
más que suene a ciencia ficción, es ya una realidad tecnológica y está
llamada a ser una de las revoluciones de los próximos años. El ejemplo de
Mercedes no es el único: el 'Autonomus' de Nissan, un prototipo que la compañía
desarrolla junto al MIT basado en cámaras, radares y sistemas láser, estaría
listo según la compañía japonesa en 2020; y la flota de coches de Google,
equipados con el sistema LIDAR (Light Detection and Raging), un equipamiento
basado en radares de luz, ha recorrido cientos de miles de kilómetros desde
2010.
"Hay dos enfoques
principales de la conducción autónoma. Una de ellas es la basada en
sensores en la que el vehículo es equipado con cientos de estos
dispositivos y radares que analizan permanentemente el entorno para tomar las
decisiones de conducción. La otra es la de los 'vehículos conectados'.
Éstos usan sistemas de radiofrecuencia para comunicarse entre sí y con las
infraestructuras. Ambas aproximaciones tienen importantes limitaciones y solo
la convergencia de ambas permitirá a esta tecnología funcionar a gran
escala", explica Boris Chidlovskii, director de Investigación en el Centro
Europeo de Investigación de Xerox.
Sin embargo, a juzgar por
los hitos logrados por los prototipos, su fabricación a gran escala es solo
cuestión de tiempo.
LA SEGURIDAD, EL OBJETIVO
PRIORITARIO
La idea de dejar el control
de nuestro coche a un sistema automático puede producir un poco de miedo al
principio. Y, sin embargo, la seguridad es la principal ventaja que esgrimen
los expertos en la materia. No en vano, según datos de la DGT, el 80 por
ciento de los accidente de tráfico en España tienen su origen en un
error humano. ¿Lo hará mejor la tecnología?
"Desde luego la
seguridad es una prioridad para un despliegue exitoso de la tecnología de
autoconducción", subraya Chidlovskii.
Tampoco es la única ventaja que destacan los implicados en el desarrollo de
estos sistemas. Mercedez Benz recuerda que "un vehículo autónomo puede
asistir al conductor y asumir molestas tareas repetitivas, especialmente
en recorridos rutinarios, en retenciones, en autopistas llenas con limitación
de velocidad y en zonas con accidentes frecuentes".
Sin embargo, no todos
los conductores parecen dispuestos a renunciar al volante. Los propios
expertos admiten que hay reticencias y se están haciendo estudios y
planificaciones para que la introducción de la tecnología sea gradual.
"Siempre hay gente que se resiste a las nuevas tecnologías, ya sea la
televisión en el pasado o Internet o ahora los coches autónomos. Lo
importante es que la madurez de la tecnología de autoconducción y su adopción
masiva puede salvar vidas humanas y reducir el nivel de tráfico o los tiempos
de viaje de forma considerable", asegura Chidlovskii.
Este año compañías como BMW
o Volvo comenzarán por comercializar aplicaciones que ayudarán a aparcar o
a frenar y que son ya un primer paso hacia la conducción autónoma. Así,
los expertos coinciden en apuntar que se irá pasando de una conducción
semiautomatizada, en al que el conductor debe supervisar permanentemente las
funciones automáticas a una conducción completamente automatizada en el que el
sistema tomará las decisiones y el conductor podrá dedicarse a otros
menesteres.
Y ESTO, ¿CÓMO SE LEGISLA?
El último de los escollos
que tendrán que superar las tecnologías de autoconducción son las leyes y
normas que actualmente rigen nuestra circulación por carretera. En Estados
Unidos los estados de Nevada, California o Florida han adaptado ya su normativa para
permitir la circulación de los prototipos de Google. Pero en general, como
recuerda Mercedes en sus dossieres sobre el tema "la legislación no
permite la implementación de funciones que ya serían posibles desde el punto de
vista técnico".
Como ejemplo cita la
regulación UN/ECE R 79 vigente en Europa que solo permite intervenciones
correctivas al volante y nunca el manejo automático a velocidades superiores a
los 10 KM/h. La cuestión legislativa no es fácil porque, en caso de error, ¿quién
es responsable, el conductor o la máquina?
La norma europea actual se
deriva en la Convención de Viena sobre Circulación Vial por la que el vehículo
debe ser controlado por una persona en todo momento. Claro que la convención se
firmó en 1968 y, entonces, pensar en que un coche pudiera conducir solo era un
sueño imposible.
Este tema me parece muy interesante y útil especialmente para personas con discapacidad en sus extremidades ya que se les dificulta conducir un automóvil, pero habría que esperar a que las leyes de tránsito se modifiquen conforme avanza la ciencia y la tecnología automotriz.
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